sábado, 3 de noviembre de 2018

Desesperación

La escucho desde la habitación contigua a la mía. Aun dista de tener sus últimos alientos, pero la desesperación por que llegue el momento transforma cada respiración en un tictac , como si fuera restando lentamente el tiempo hasta su muerte.

Respiración-gemido-respiración-gemido-respiración-gemido.... y a los 5 minutos un quejido sonoro. Cada tarde, cada instante, como un reloj cuco que marca la hora.

viernes, 5 de octubre de 2018

Carta al amor de nuestras vidas


Solo quiero decirte, encuéntrame pronto.
Te echo de menos aunque no te conozca, pero conozco un poco a través de otras personas, de lo q nosotros llegaremos a sentir y vivir juntos.

Se que aparecerás cuando estemos preparados por fin, pero trata de no demorarte en exceso. Verás, ando pensando en la sonrisa que te voy a dedicar cuando sepa q eres tú y en el beso que te daré... que hará temblar mi mundo.

sábado, 15 de septiembre de 2018

Te saqué a bailar

Te saqué a bailar...

Te saqué a bailar en la intimidad de tu cuarto, bajo las notas de aquella balada diferente que acompasaban nuestros pasos nerviosos y adolescentes; la luz tenue acompañaba nuestras sombras al abrazarse, desprendiendo cierto toque de magia olvidada, tan delicada que al sentirla casi podría desvanecerse.

miércoles, 25 de abril de 2018

Leyendas gatunas



Humanos, aquí os dejo una leyenda sobre nuestra raza. Si te paras a pensar no es la única, por ejemplo en el antiguo Egipto se decía que los gatos , a quienes se nos llamaba “miu”, caminamos entre los dos mundos y por eso acompañábamos a nuestros amos al otro lado... ¡¡llegaban a momificarnos!!.

Esta leyenda es mas bien un cuento que me pareció hermoso, y como buen cuentista que soy, me apetece compartirlo. 

viernes, 1 de diciembre de 2017

"JA JA"

Hola seguidores de la fauna felina. Después de tanto tiempo aquí vuelvo para seguir dando vida al blog que empecé hace unos años.

Tenéis que disculparme, ser un gato tiene sus cosas y por norma general somos bastante veletas. Así que, como excepción humanos, os pienso recompensar con esta entrada.

Como algunos sabéis, siempre me he sentido inmerso en las historias de Stephen King desde que era bastante pequeño, para vosotros la preadolescencia, edad en la que necesitaba estímulos diferentes. Entonces mi madre me recomendó algunos libros, entre ellos al maravilloso señor King a quien debo mi mente perversa (solo un poco). Este relato es en su agradecimiento, intentando imitar su estilo rudo en el empleo del lenguaje, y esa facilidad (y familiaridad) del pensamiento de sus personajes en situaciones poco convencionales.

El miedo es sin duda una emoción difícil de recrear en la literatura puesto que esta emoción se basa en un peligro que advertimos de forma consciente e inconsciente a través de los sentidos que nos llevan a ese estado de alerta y a las consiguientes reacciones de nuestro cuerpo para sobrevivir.

jueves, 2 de julio de 2015

Un descanso...


Después de meses, regreso con fuerza gatuna. Debéis entender humanos, que los cerebros privilegiados de los gatos en ocasiones necesitan un descanso más prolongado del que podáis suponer.

Sin embargo, tengo mucho que contar: En mis andanzas, he encontrado verdaderas joyas literarias (a mi parecer por supuesto) de las que quisiera hablar, por supuesto algunas protagonizadas por gatos.

La primera es la siguiente:

Desconozco si conocéis la serie de cómics de Sandman, sin embargo, en uno de mis post si que os hable de Neil Gaiman y de su capacidad para adentrarnos en mundos oníricos y fantásticos. En uno de los números de este cómic en concreto, hay una historia a destacar:

"Un sueño de un millar de gatos"

Increíblemente maravillosa. Una crónica corta que nos habla sobre un posible (y ficticio) pasado de mi raza y como el poder de un millar de gatos podrian cambiar la realidad que conocemos ahora.

Inquietante, desde luego. Os dejo unas imágenes y la curiosidad, pues si os contara más, es posible que no os metiera la espinita por leer estas pocas páginas de tan increíble saga. "We could change things back. If we believed, if we dreamed".



domingo, 19 de octubre de 2014

Lectura Eficaz

Este fin de semana me incomodaba la extraña falta de actividad que hay últimamente en mi vida... a mi, que adoro esos momentos de tranquilidad y poder disfrutar de un buen sueñecito. Así que estuve en un curso bastante enriquecedor sobre Lectura Eficaz, uno de esos cursos en los que la práctica predomina y no sólo se hacen más amenas las horas, sino que se aprende realmente lo que has ido a estudiar.

Es increíble como aún podemos tener la idea de que leer es descodificar un código ya conocido... es decir, ser capaces de entender las letras que forman una palabra y esas palabras que forman una frase...

Leer implica mucho más, leer es COMPRENDER y conlleva un proceso desde que la persona fija su vista en el texto,  realiza sus fijaciones, lo descodifica, infiere en él, relaciona, lo asimila y entonces comprende lo que para él quiere decir el texto. Si, lo que para la persona significa, pues ocurre que la experiencia y los conocimientos del lector juegan un gran papel en el proceso de comprensión. Aportamos una alta carga de información "extra" al texto que es propia, nuestra.

lunes, 22 de septiembre de 2014

¡Arriba la creatividad!

Un nuevo curso ha comenzado, para unos antes y para otros un poco más tarde, pero ya vamos entrando de nuevo en la rutina del estudio, de las clases y del aprendizaje.

Estamos en Septiembre, uno de esos meses en los que nos planteamos nuevas metas y propósitos: ponerse en forma, aprender un idioma, buscar trabajo... Y yo, como gato que soy no pierdo la oportunidad para ofreceros un nuevo reto a todos los docentes de hoy y de mañana:

¡¡LUCHEMOS POR LA CREATIVIDAD!!


sábado, 30 de agosto de 2014

La vuelta...

La espera llega a su fin, el tiempo se agota. Noches soñando despierta, sin apenas dormir. Hoy, la última , me siento nerviosa, agitada. De nuevo ese cosquilleo en el estómago cada vez más familiar. Hace tiempo que debió irse o por lo menos calmarse pero por lo contrario va en aumento y eso es bueno.

Y hoy, a menos de medio día de ese momento tan esperado, los suspiros se hacen evidentes, los nervios relampaguean dentro de mi y la cabeza sólo da vueltas alrededor de una misma idea: verte.

No podré evitar una sonrisa, no podré evitar deslumbrarte con mi mirada intensa. No podré evitar mi corazón desbocado cuando por fin mis ojos se posen en los tuyos, cuando mis piernas avancen hacia ti sin proponérmelo y la necesidad de tocarte crezca a cada paso que me separa de darte un abrazo con el que te diga cuánto te he echado de menos y que al fin estás aquí.

sábado, 9 de agosto de 2014

Sin rumbo

De pronto, las ganas regresan. Trato de no pensar en ello terminando alguna que otra tarea e inventandome alguna nueva. 

No tengo excusas para faltar a su llamada y mi grado de inquietud aumenta según pasan los minutos encerrado en estas cuatro paredes... Se de sobra que terminaré cediendo a este deseo irrefrenable que me embauca desde hace ya años. No se con claridad por qué trato de resistirme, supongo que aún me niego a seguir cada uno de mis instintos. Pero este me vence.

Me siento un rato, cierro los ojos, respiro hondo. "Intenta contar hasta diez" me digo: "uno.... dos... tres... cuatro... ni de coña". Mis nervios están completamente despiertos e insoportables. Rindiéndome a todos mis impulsos, cojo lo necesario y salgo por la puerta de mi casa. La impaciencia de pronto se adueña de mis pasos y cada metro que me separa de ella es un sufrimiento que no se calmará hasta que la vea de nuevo.

Sin contenerme, me pongo a correr; mi ritmo cardiáco agitado pero no por el cansancio, sino por esa sensación de euforia repentina, ese vacío en el estómago de ilusión contenida. Me parece un camino eterno, con sentimientos cada vez más intensos, tal vez a punto de volverme loco. No puedo quitármela de la cabeza mientras avanzo; su estética, el brillo de su cuerpo, su tacto... Pienso en ti y hacia ti me dirijo.

viernes, 1 de agosto de 2014

Creando hábito de lectura

Hola humanos. Hace tiempo que no escribo refiriéndome a vosotros como lectores... sino sólo por el placer de escribir.

Llevo unos días dando vueltas a algo y quería dejar plasmadas mis reflexiones en el blog. Veréis, no puedo evitar escandalizarme y erizar la cola cuando leo diferentes patadas al diccionario, escritas sobre todo en redes sociales. 

Que si, que deslices tenemos todos, pero ¿tan dificil es intentar escribir bien?. El lenguaje es algo hermoso que poseéis los humanos y que muy pocos disfrutáis realmente. Apuesto mi ratón de goma a que si saboreárais la magia de las palabras como hago yo, no permitiríais tener errores en tan bella arte.

sábado, 26 de julio de 2014

Inspiraciones nocturnas

La luz tenue de la luna entraba tímida por la ventana, alumbrando a su paso un torso desnudo y relajado, bajando y subiendo el pecho al compás de una respiración  profunda y dormida. 

Me quedé mirando largo rato ese momento, medio vencida por un sueño que tardaba en llegar y que, suponía, sería más fácil de alcanzar si posaba mi cabeza suavemente en aquel torso que observaba sin parar.

 Así, con delicadeza, pasé el brazo por encima para abrazarlo, con temor de despertar a aquella persona junto a la que reposaba... y con aquel ritmo suave y la proteccion y cariño que sentía hacia él, pude (poco a poco) encontrar el sueño también...

domingo, 29 de junio de 2014

¿Dónde están las estrellas?



Érase una vez un gatito que siempre se dormía viendo las estrellas. No podía hacerlo sin ellas pues le relajaba mirar al cielo y contarlas; sentirse protegido por su luz. Así, en cuestión de minutos, cerraba los ojitos hasta la mañana siguiente.

Un día, llegada la noche, se dio cuenta de que sus estrellas habían desaparecido y además había tormenta y eso le asustaba mucho... bueno, digamos que le asustaba un poquito porque los gatos somos valientes...

Así que se hizo un ovillito en su cama e intentó cerrar los ojos y dormir... sin éxito. Buscó otras luces que le tranquilizaran: encendió la televisión, pero era demasiada luz y muy parpadeante. No le sirvió. 

Encendió una lamparita y la tapó con una tela, pero hacía muchas sombras y no quería imaginarse monstruos, así que la quitó y la apagó. También lo intentó con una linterna, pero no podía dejar de intentar atrapar esa luz misteriosa que se movía por la pared.

Según pasaba el tiempo se iba poniendo más nervioso. Se sentía incómodo porque estaba cansado y no lograba conciliar el sueño. Le faltaban sus estrellas. Así que armándose de valor, salió de la cesta y decidió ir a buscarlas.

lunes, 23 de junio de 2014

Momentos de relax

Caminando iba, descalza, entre la hierba fresca y verde. Era noche de luna llena y entre los árboles penetraban intensos rayos de luna blanquecinos y resplandecientes. Alzabas la mirada y el cielo estrellado parecía brillar con más intensidad cuanto más le mirabas.

Anduve largo rato entre árboles caídos, pasé junto a la orilla de un río mientras el sonido del agua me reconfortaba de alguna forma. No estaba perdida, sólo dejaba que mis pasos guiaran mi camino.

Llegué, sin darme cuenta, al corazón del mismo bosque, un claro sin árboles, completamente despejado e iluminado por esa luna tan bella.

Allí, sentado en una roca, había un músico. Estaba improvisando, tocando para el bosque. Intentando no hacer ruído me acerqué y escuché. Su música pronto me atrajo y me envolvió, suave como un suspiro, fuerte como un abrazo, delicado como una caricia...

Él sólo sonrió, me miró intensamente y siguió tocando. En silencio me habló de mis sueños, de mis deseos, de mi pasado y de lo bonito y especial de mi presente. Cerré los ojos. Desnudó mi alma con calidez y ternura y embriagó mis sentidos con notas impalpables que me llevaron a un estado de éxtasis contínuo. Viajé a aquellos lugares que siempre imaginé. Me evadí de mi vida real para pensar en aquello que tal vez ya no pudiera llegar a tener o realizar.

Me enamoré de esa música. Era como si cada DO RE MI FA me hiciera el amor con dulzura y pasión, como si conociera rincones ocultos de mi misma que ni siquiera yo conocía. Me extravié entre tanto frenesí de emociones, me dejé llevar a un estado completamente eufórico admirada por el placer que la música me producía. Fue tal el delirio que, al rato,  caí profundamente dormida.

Así pasó largo rato hasta que desperté. El músico ya no estaba. Miré a mi alrededor, le busqué. Tal vez fuese producto de mi imaginación... Sin embargo aquella mirada, aquella música perfecta, aquel sentimiento... Habían sido demasiado reales para aceptar que fueran sólo sueños.

Tras un largo suspiro, me levanté y continué mi camino. Cada paso que daba ahora era distinto: eran más livianos, diferentes. De alguna manera aquella experiencia me había transformado. No sabría decir cómo ni por qué. Pero allí estaba yo, alejándome del corazón de ese bosque, extrañamente triste y feliz, pero con la seguridad de que algún día volvería a encontrarme con aquel músico y con su magia.



Y esto es lo que ocurre cuando escucho "Andare" y "Primavera" de Ludovico Einaudi.