viernes, 1 de diciembre de 2017

"JA JA"

Hola seguidores de la fauna felina. Después de tanto tiempo aquí vuelvo para seguir dando vida al blog que empecé hace unos años.

Tenéis que disculparme, ser un gato tiene sus cosas y por norma general somos bastante veletas. Así que, como excepción humanos, os pienso recompensar con esta entrada.

Como algunos sabéis, siempre me he sentido inmerso en las historias de Stephen King desde que era bastante pequeño, para vosotros la preadolescencia, edad en la que necesitaba estímulos diferentes. Entonces mi madre me recomendó algunos libros, entre ellos al maravilloso señor King a quien debo mi mente perversa (solo un poco). Este relato es en su agradecimiento, intentando imitar su estilo rudo en el empleo del lenguaje, y esa facilidad (y familiaridad) del pensamiento de sus personajes en situaciones poco convencionales.

El miedo es sin duda una emoción difícil de recrear en la literatura puesto que esta emoción se basa en un peligro que advertimos de forma consciente e inconsciente a través de los sentidos que nos llevan a ese estado de alerta y a las consiguientes reacciones de nuestro cuerpo para sobrevivir.