"Donde viven los monstruos" Un libro para tabajar su lectura (reeditado)

       

Para mi,  este es uno de los cuentos más maravillosos para niños. Como ya he comentado en una entrada anterior, realicé en mis prácticas una actividad para ellos con este libro. Fueron recibiendo pistas con trozos de la historia, sin llegar a conocer el final. Su amigo invisible les dejó el libro como regalo, y después de comentarlo brevemente, se lo leí entero intentando hacer técnicas de cuentacuentos con ellos. Les encantó.

Como lo hice con mi clase, he escogido a los alumnos de esta edad, 6 años, para preparar actividades de animación a la lectura para antes, durante y después. Si no os dan miedo los monstruos, seguid leyendo. (Los gatos no tenemos miedo claro).

ACTIVIDADES PARA ANTES DE LA LECTURA:

Adoro crear en los niños la sensación de intriga, estimularles la curiosidad, especialmente en estas edades en las que es más fácil ilusionarles.

En primer lugar, un día cualquiera y con bastante antelación, recibirán una carta escrita por el autor, Maurice Sendak,  pero como anónimo, donde les hablará acerca de un libro misterioso escrito por él que se le ha perdido y tienen que encontrar, y que sólo así descubrirán su nombre. El libro estará situado en alguna parte de la clase y mediante pistas que reciban en diferentes momentos, tendrán los niños que adivinar cuál es.

Para ir motivándoles a la lectura posterior, se les irá diciendo cosas sobre el libro, tanto verdades como mentiras, que luego, después de leerlo, ellos tendrán que ver cuáles corresponden al libro y cuales no.

Además, como exploradores y detectives que van a ser, se les preguntará acerca de sus miedos, porque los detectives y exploradores a vecen están en situaciones en las que tienen que ser valientes y no pueden dejar que el miedo les controle. Cada uno dirá que miedo tiene o qué miedos han tenido más pequeñitos, sin decir nada cuando aparezca el miedo a los monstruos, para que ellos mismos lo relacionen al leer el cuento.

ACTIVIDADES DURANTE LA LECTURA:

Cuando encuentren el libro, se procederá a la lectura. Pero con un invitado especial: el profesor o animador habrá fabricado antes a Max o a uno de los monstruos del cuento, para que pueda ayudar en la narración y además también de su punto de vista. De este modo, el cuento no se queda sólo como una lectura, sino como una interacción del lector con los oyentes y viceversa. Además, antes de terminar la historia, se preguntará a los niños cómo puede ser el final. 

Para ayudarles si no se les ocurre nada, se puede guiar para que inventen un final feliz, uno triste, uno terrorífico, uno gracioso, uno inesperado: por ejemplo, Max puede ser devorado por los monstruos, o que todos los monstruos vuelvan a casa con Max y hagan travesuras en su casa o en el cole, o que Max se convierta en monstruo y viva con ellos. Cualquier final vale... Lo mejor es que se lo imaginen y lo compartan con el resto. Terminaremos de leer la historia.

Pero, después de haberla leído y de cara a realizar las diferentes actividades, invitaremos a los niños a que cojan cada uno su ejemplar y lo lean tranquilos en sus mesas para que cuaje bien la historia, para que ellos mismos puedan ver aspectos que con la lectura oral no se hayan dado cuenta, y que interioricen la historia a su modo.

ACTIVIDADES PARA DESPUÉS DE LA LECTURA:

Lo primero que haremos tras la lectura, y con la ayuda de la marioneta, es preguntarles si les ha gustado, cómo se han sentido, qué han aprendido del cuento, para ellos ¿de qué trata la historia?.

Intentaremos que se pongan en el papel de Max, que cuenten sus experiencias y que empaticen con cómo ses entía Max a lo largo del cuento. Si les ha pasado algo parecido, de portarse mal y los castiguen. También les preguntaremos por qué Max se va y, por otro lado, por qué decide volver a casa ylo que representa ese olor a comida rica que le hace volver...

Luego hablaremos sobre los miedos de cada uno recordando lo que dijo cada uno antes de la lectura, enfocándolo al tema de los monstruos. Por ejemplo, si tenían miedo a la oscuridad, o a los sótanos, o a los ruidos... si lo relacionan con el miedo a los monstruos.

Es cierto que en este libro no sólo está Max, y no sólo es importante acompañar a Max en su aventura. Los monstruos aparecen como personajes que, en este cuento en concreto no dan miedo, pero siguen siendo monstruos. Es probable que los niños nos cuenten sus miedos con el hombre del saco, el coco o el monstruo de debajo de la cama.

Poniendo como ejemplo lo que hace Max en el cuento de "mirar a los ojos sin pestañear" para calmar a los monstruos, les preguntaremos que hacen ellos para superar sus miedos: si encienden una lucecita, si se abrazan al peluche o se resguardan bajo las sábanas, si se cuentan chistes o si cantan...

Se podría preguntar a los niños cómo podrían hacer para vencer los miedos, que no sea lo que ya han dicho anteriormente, sino inventando algo nuevo, imitando algo que haga algún papá cuando esté enfadado... Incluso el profesor puede proponer hacer entre todos un conjuro para cuando tengan miedo, o inventar una palabra mágica graciosa. Algo que les ayude a dejar atrás los miedos infantiles. 

Según las guías de lectura de Pearson, estas actividades de reflexión ayudan a "favorecer la puesta en funcionamieno de las estrategias cognitivas, metacognitivas y emocionales encaminadas a reflexionar sobre cualquiera de los aspectos del fondo o la forma de la obra y valorarlos".

A parte, es la mejor forma de ver si realmente han comprendido el texto, si les ha gustado, y si hemos obtenido una respuesta positiva para la animación a la lectura.

Más tarde veremos cuáles de las pistas que recibimos antes del libro son verdad y cuáles mentira, y descubriremos por fin a Maurice Sendak, después de haber hecho todas estas reflexiones.

Y por fin, vienen las actividades chulas:

La primera es hacer que por grupitos modifiquen el cuento. Como son pequeños, se les hará una guía que vayan rellenando: cambiar el personaje de Max, en lugar de monstruos poner otros seres... estaríamos trabajando la creación literaria a partir de una historia ya conocida, de forma muy sencilla y adaptada para esta edad. Se les puede dar ideas claro, que el personaje sea una niña, un mago, un animal, incluso un monstruo y lo hagan al revés y este vaya a un mundo de niños (lo pueden relacionar, si lo han leído, con el cuento "Yo mataré monstruos por ti"); y pueden llegar a un mundo de fantasmas, vampiros, duendes, hadas.... Hay muchas posibilidades para los niños.

Dentro del grupo, el que mejor letra tenga y sea más ordenado, escribirá la historia, mientras que los demás dirán los guiones y harán los dibujos. Prepararán su propia versión de "donde viven los monstruos" que se encuadernará  y se dejará en la biblioteca para que el resto lean las historias de los demás.

Pero no acaba aquí, se puede intentar representar: si la clase y el profesor lo desean, se puede preparar con tiempo las presentaciones de estas versiones y presentarlo al resto de los cursos de 1º y 2º como regalo. Se tendrá que usar mucho material y pinta caras y es una gran labor, pero puede ser bonito de hacer y desarrollan también las artes plásticas y la creatividad. El narrador puede ser un niño que lea muy bien o el propio profesor.

Para finalizar la actividad de "Donde viven los monstruos" se pueden presentar a los niños otros libros sobre monstruos que podamos tener en la biblioteca. Aquí os dejo una lista de libros recomendados para esta edad:

- Monstruos bajo mi cama, de Biografías personales.

- Hay un monstruo bajo mi cama, de Liliana Cinetto.

- Dos monstruos, de David McKree.

- ¡Fuera de aquí horrible monstruo verde!, de Ed Emberly.

- Los monstruos tienen miedo de la luna, de Marjane Satrapi.                    

- El domador de monstruos, de Ana María Machado.

- ¡Buenas noches monstruos!, de Lucía Serrano.

- ¿Estas ahí monstruo?, de vv.aa, traductora Virtudes Tardón.

- Este monstruo me suena, de Gabriela Keselman.

 

Para mí esto es vital y os explico por qué: Si les ha gustado el cuento que trata sobre monstruos, es posible que al ofrecerles diferentes lecturas que traten sobre el mismo tema les impulse para leer por su cuenta, porque es algo que saben que les puede gustar. No miran la actividad (lectura), sino que recuerdan la emoción que han sentido, y es un punto a favor para estimular la lectura.

Espero como siempre que os haya gustado, que disfrutéis de los monstruos como yo, y que si no conocíais el libro, os interese leerlo. ¡Saludos gatunos!