martes, 21 de enero de 2014

Primera reflexión del gato: Hablemos sobre Literatura Infantil

He querido hacer estas reflexiones llegando casi al final. Entre otras cosas, especialmente dificultades que me han ido surgiendo, porque de esta forma tengo una visión más global de lo que quiero contaros y creo que será enriquecedor tanto para vosotros como para mí. 

Podéis estar o no de acuerdo en lo que escriba, pero me he basado en todo lo aprendido en clase y todas mis experiencias previas, por lo que obviamente no voy a contaros nada desde un plano objetivo.

Cómo ya sabéis si seguís mi blog, soy un gato que descubrió la literatura en algún momento de su vida (ya son años). Pero nunca me había parado a reflexionar sobre la literatura infantil, tema sobre el que voy a reflexionar.

Veréis, cuando nos preguntan sobre textos literarios, solemos cometer los mismos errores por lo menos de entrada. Siempre pensamos en textos narrativos por lo menos, y rara vez nos acordamos de algo más que no sea el género literario. Y es un error común también en la educación. Puedo pensar incluso que esté relacionado... ¿Cómo podemos pensar en teatro y poesía si durante años y años lo que más hemos leido ha sido prosa?.


Pues bien, éstos son los dos generos olvidados, de los cuáles se pueden sacar muchas actividades para trabajar en clase, que pueden generar un cambio de rutina o que pueden hacer brotar emociones o desarrollar capacidades en los alumnos. ¡Ay, las emociones! Cuan importantes son cuando se trabaja la literatura con niños: Un poema bien hecho sobre un familiar o un amigo, sobre una ilusión... o bien una representación teatral donde todos y cada uno puedan verse reflejados en los personajes, no sólo los que interpretan, sino a los que se refiere la obra. Sin contar la ilusión y el nerviosismo por mostrar un trabajo que han hecho suyo y que van a mostrar a otros niños, o a sus compañeros, o a sus padres... No debemos perder la pista a esto.

Recordemos, que aunque no haya libros de teatro para menores de 8 años, si hay guiones que podemos usar para trabajar en el primer ciclo. Recordemos también que hay poesía narrativa, que cuenta historias, y poesía tal como es, que pretende transmitir sentimientos. Y la narrativa es muy fácil de trabajar pues a todos y especialmente a los niños, nos gustan las historias. Son 3 géneros literarios y deberíamos poder trabajar todos.

Otra cosa a la que no debemos perderle la pista es a esto: la función poética de los textos literarios. Si hombre, el simbolismo de las palabras, lo que hay detrás... Para cada uno es diferente, igual pasa con cada niño. Lo importante no es lo que nos quiera transmitir el autor sino lo cómo nos sentimos nosotros, cómo lo interpretamos. No hay una sola interpretación desde luego, aunque suela coincidir.

A parte, debéis tener en cuenta que todo texto literario que leemos es de ficción. Y es importante comprender que no quiere decir que no haya una "realidad" en lo que leemos. Nos han puesto el ejemplo de Harry Potter a esto que queremos decir. Lo mismo ocurre con Percy Jackson por ejemplo, un niño que, quitando que es semidios e hijo de Poseidón, vive aventuras con otros dos amigos dentro de un contexto que intercala la mitología y fantasía con escenarios y situaciones reales. Así deben comprenderlo los niños, especialmente cuando van siendo más mayores y pueden comprender qué hay de real en lo fantástico, pero especialmente, para que ellos mismos empiecen a comprender por qué se ven reflejados y se identifican con un niño mago, si ellos no son magos.

Y luego, algo que ocurre mucho en el aula, que es olvidar la intencionalidad artística. En seguida nos obcecamos en las enseñanzas que nos pueda transmitir un texto, pero no hacemos hacer sentir a los alumnos el gusto por el arte. El gusto por un texto bien trabajado, por la riqueza de adjetivos en una descrpición, por ese simbolismo de palabras al que nos referíamos antes. La literatura, no son solo
palabras que se leen, se dicen o se escriben; es la emoción que nos embarga durante la lectura,  sensación que nos deja despúes de dejarla; es un pensamiento... Como dijo Bécquer: "el recuerdo de un libro es más importante que el libro mismo".

Si no os habéis dado cuenta, hemos dicho las características que debe tener un texto literario. Pero ¡no debemos quedarnos sólo con estos textos! Como muchos ya sabéis existe algo llamado "paraliteratura". No cumplen todas las características pero son textos que se pueden trabajar en algún momento en el aula, puesto que la mayoría suelen tener una intencionalidad moralizante.

Esto lo podemos ver a lo largo de la historia donde a los niños se les daban lecturas como las fábulas para comentar en clase o que ellos mismos reflexionaran lo que estaba bien hecho y lo que estaba mal. Samaniego, el Padre Coloma, Iriarte, los cuentos de Calleja... Os suenan ¿verdad?. Los textos paraliterarios no dejan de ser un recurso que se puede seguir empleando en el aula pero desde otra perspectiva y cuando quiera trabajarse sobre un valor en concreto. Ya no sólo es centrarse en lo que está bien y lo que está mal. Eso es retrogrado. Si no que hay que centrarse en aquello que nos da felicidad, valores que nos ayuden a ser mejores personas y que, por tanto, nos ayuden a ser felices con nosotros mismos y con los demás en nuestro entorno.

Desde que empezó a trabajarse la literatura con los niños han habido muchos cambios: antes no existía la literatura infantil, y ahora podemos ver estanterías y estanterías repletos de libros y cuentos infantiles sobre todo tipo de temas. No se conocía tanto al niño (de hecho se llegó a pensar que hasta los 8 años los niños no eran personas, y por eso a partir de esta edad comenzaban a leer); ahora sin embargo el escritor de literatura infatil, conoce bien su psicología y su evolución, y esto se ve reflejado en los personajes, que ya no son planos como antes, sino que evolucionan a lo largo de las historias conforme a la edad correspondiente y con experiencias propias de su edad.

Según Mercedes Gómez del Manzano, autora del libro "El proganonista niño y el niño lector en la literatura infantil del siglo XX, y también de "Cómo hacer al niño lector": La mayoría de los personajes de la literatura infantil son personajes simples, reconocidos por un rasgo dominante que prevalece a lo largo de todo el cuento, aunque esta simplicidad no supone un obstáculo a la hora de captar los rasgos caracteriológicos más importantes de los niños y de los preadolescentes protagonistas.
 
En los cuentos modernos, el lector puede, no solamente, compararse fácilmente con los protagonistas, sino que además puede entrar en comunicación con ellos. El niño busca modelos de tipificación capaces de provocar emoción, asombro, admiración, risa, llanto... De este modo se entabla un proceso de homologación o imitación entre el plano vivencial y el narrativo, hasta tal punto, que el plano de lo narrado pasa a convertirse en marco de proyección. El niño es a la vez el inspirador y el reclamo. La transferencia del yo lector al yo narrado resulta sencilla debido a que los niveles psicológicos del personaje están en correlación casi directa con los niveles psicológicos del niño lector.(... )

(...)En definitiva, podríamos decir que los procesos de identidad previstos por los psicólogos para las distintas edades de la infancia y de la preadolescencia se cumplen en estos personajes, ofreciendo generalmente dos dimensiones de identificación: la interiorización del yo en la que se perfilan la evolución de la afectividad, los procesos emocionales, el descubrimiento progresivo del sentimiento moral y las interrelaciones de la voluntad y de la inteligencia; y los procesos de inserción social desde niveles de integración familiar hasta otras múltiples posibilidades. (*)

Esta evolución de los personajes y en su psicología supuso un gran avance desde luego. Se deja atrás todas esas enseñanzas que en muchas ocasiones eran duras (como las del Padre Coloma), y nos empezamos a centrar más en el disfrute del niño. Un gran paso por delante aunque aún haya mucho que trabajar, en mi opinión.

Creo que yo empecé a amar la literatura por todo lo que me hacía sentir, por lo que disfrutaba. Recuerdo el miedo al leer Stephen King, recuerdo la frustración de equivocarme de camino en los libros de "Dragones&Mazmorras", pero lo más divertido es que cuando leia algún libro solía soñar con él, por tanto la aventura no finalizaba al terminar el libro. Recuerdo que yo leía libros desde muy pequeña y también leía libros para más mayores. Ahora me veo reflejada en una niña que conozco de 11 años que está leyendo "Sinsajo", final de la trilogía de "Los juegos del Hambre". Su habitación tiene una estantería repleta de libros, como mi habitación ha estado siempre.

En mis experiencias en centros educativos, rara vez he visto prácticas de animación a la lectura. Tampoco he visto un sistema adecuado para la elección de un libro y ni siquiera un profesor me ha dicho que se visite la biblioteca del centro. Es más, conozco un par de ejemplos en los que las mismas bibliotecas prestan libros a los pocos niños que van, pero no los pueden sacar del colegio. ¿¿¿¡¡¡!!!???

Increíble pero cierto. Esto es altamente criticable. Me refiero al todo en general. Dejamos que sean las propias editoriales las que nos digan qué libros tiene que leer el niño. ¿Os suena Pupi? Pues muchas de las lecturas obligatorias son sus aventuras. Están bien, motivan al principio porque es novedad y porque todo va con Pupi, pero a la larga cansa, o lo único que generamos es que el niño lea porque sale Pupi, no porque les guste leer y conocer historias nuevas. Esto pasaba en mi clase. Cuando hice la actividad con mi clase de la lectura de "Donde viven los monstruos"... ¡sólo dos conocían el cuento! Todo se centraba en Pupi y en un libro de texto llamado "El Ratón Lector".

La lectura consistía además en leer en voz alta por turnos y luego dedicar un ratito en casa contabilizado por los padres. Se juntaba todo el tiempo y luego el profesor asignaba un diploma de bronce, plata u oro según el número de horas que leían. Para la comprensión de los textos, tenían que responder unas preguntas sobre el texto solitos. Si lo hacían bien recibían un sello con la carita de Pupi. Si no, tenían que repetirlo.

Luego está lo ilógico de dejar que los niños lean cuando han terminado el trabajo. Los niños cogen un libro de la biblioteca, lo hojean y en el cambio de clase lo devuelven porque no les da tiempo a más. En nungún momento he escuchado a ningún profesor decir que pueden sacar libros de la biblioteca y llevarlos a casa si les gusta.




Padres, profesores, educadores... No. Hay que hacer algo. No hay que ser un genio (o un gato) para darse cuenta de que algo no funciona trabajando de esta manera. Dejemos de lado la comocidad de que nos den todo hecho, miremos por lo que es correcto y positivo para los alumnos, que para algo decidimos ser educadores. Hay puntos que no debemos dejar de tener en cuenta y que nos pueden ayudar a trabajar con coherencia y satisfactoriamente la literatura. Veamos:

Lo primero es lo primero: saber seleccionar bien un libro: Esto es vital. Tenemos que saber elegir libros que sean acordes a cada edad, a cada momento evolutivo, con las inquietudes propias de cada curso. Hay que analizar bien el tema que trata y ver cómo introducirlo en clase. Que sea interesante, que capte la atención del alumno. Un truco: hay temas que están de moda, o intereses comunes entre los alumnos. Tratemos de averiguar cuáles son y muy probablemente acertemos con la elección.

Como hemos visto, también los personajes son importantes. Estos son los encargados de hacer que los niños se sumerjan en la historia y nada mejor que unos personajes accesibles con los que se puedan identificar y que puedan acompañar en sus aventuras. ¿Os acordáis de Bastian y Atreyu? Es un ejemplo claro de esto que hablamos. Para quienes no lo sabéis, son los protagonistas de "La Historia Interminable" de Michael Ende, en el cual Bastian, consigue el libro así titulado y acompaña a Atreyu en su aventura por el reino de Fantasía para salvar a la institutriz infantil. Tanto ella como Atreyu tienen la misma edad que Bastian, por lo que, ligado a que es un libro de aventuras, Bastian rápidamente se siente parte del libro... realmente esto sucede así, pero no voy a contar más, sólo os he contado un poco. Pero si Atreyu no hubiera sido un niño.... ¿se habría metido tanto Bastian en la historia?

Tema y personajes son importantes, como lo es conocer la historia antes de ofrecérsela al alumno. Es algo imprescindible: debemos leer nosotros primero e intentar pensar, desde la posición de un niño, si les puede gustar o no. Pero debemos dar importancia también a otras cosas como el formato, el tipo de letra, las ilustraciones... Al fin y al cabo, lo visual llama la atención, y una buena historia puede echarse a perder si el niño no lo percibe como "lectura asequible". Si lo ven pesado, leerán sin ganas o no leerán. Esto es así. Debemos tenerlo muy presente especialmente en edades tempranas.

Lo segundo, es recordad, como he mencionado antes, que no sólo existe la prosa. Mi hermano de pequeño se volvía loco con Gloria Fuertes y sus poesías. Un gusto que además transmitió a mis primas al crecer y regalarles los libros. Hay poesías preciosas y sencillas de leer y muchas formas de motivar para la poesía y siempre desde la emociones: a los pequeños, cualquier poesía que puedan aprender y recitar a su mamá les encantará sólo con ver la cara con las que sus madres reciben la poesía. A los de último ciclo, aunque no lo quieran decir en alto, seguro que les gustaría hacer poesías para esa chica o chico que les gusta, aunque nunca lleguen a entregarlo.

Y el teatro... Cada vez que he hecho una representación, participando o dirigiendo, la experiencia ha sido satsfactoria para todos. Especialmente comenzando por aquellas que nos hacen reir. ¡Aprovechemos la risa! No es más que otro recurso.

Tengamos, por otro lado, una buena biblioteca de aula, con diferentes temas, con libros que puedan sacar y libros que sean para esos ratitos muertos. Y es meramente importante que esté ordenada y accesible para los niños, y no oculta tras el radiocassette o con carpetas y otros libros del profesor. La biblioteca ha de ser suya y ellos saberlo.

Por último y aunque lo hablaremos más adelante, no debemos olvidar la importancia de una buena animación a la lectura: actividades que motiven a leer, que lleguen a sus emociones, que compartan con sus compañeros, que les haga sentirse especiales, que les haga pensar... y sobre todo, trabajando desde la interpretación de cada uno, lo que les hace sentir, trabajar desde la empatía. El gusto por la literatura empieza con una buena experiencia... y nosotros como educadores podemos crearla.

No olvidéis que, si analizamos y seleccionamos un libro adecuado, que además pueda motivar, con nos personajes en los que nuestros alumnos se puedan identificar, y trabajamos desde las emociones... casi seguro tendremos asegurado el éxito hacia nuestro fin principal, que es acercar al niño a la literatura.



(*) INFLUENCIA DEL NIÑO PROTAGONISTA EN EL DESARROLLO EVOLUTIVO DEL LECTOR INFANTIL. (s. f.). Recuperado 21 de enero de 2014, a partir de http://www.mlggb.com/publicacion.php?id=35


Os dejo unos cuantos links para que os faciliten los análisis de libros:

http://casalector.fundaciongsr.com/
No puedo evitar poneros este link puesto que asistí a uno de sus seminarios y realmente saben de lo que hablan. Como ya hice en su momento, os invito a que los conozcáis y los sigáis de cerca.

http://www.lectyo.com/
Es una red social creada por casa del lector, en el que las personas intercambian experiencias acerca de libros. También se ven impresiones y experiencias en la docencia. Muy enriquecedor pertenecer a este grupo.

http://www.imaginaria.com.ar
Un blog magnífico con diferentes libros como reseñas de libros, galería, autores. Fácil de trabajar y con librería propia.

http://www.espectacularkids.com/blog/es/
Un blog recomendado por mi profesora que realiza especialmente reseñas de libros para padres, que nos pueden servir también como profesores.

http://www.plec.es
Una web cuya finalidad es ofrecer proyectos de lectura para centros escolares.
El recuerdo que deja un libro es más importante que el libro mismo. - See more at: http://www.citasyproverbios.com/citas.aspx?tema=Literatura#sthash.lgu5eHlv.dpuf
- See more at: http://www.citasyproverbios.com/citas.aspx?tema=Literatura#sthash.lgu5eHlv.dpuf

4 comentarios:

  1. ¡Qué contentos nos pone estar entre tu lista de recomendaciones!

    ResponderEliminar
  2. Me encanta cuando hablas de la intencionalidad artística. Me encanta la frase “el recuerdo de un libro es más importante que el libro mismo” y me gusta cuando escribes sobre el carácter no moralizador que debe tener la literatura. Basta de dirigir todo no? Pautemos y…a ver que pasa. Ojala me hubieran enseñado así, creo que ahora tendría la mente más despejada, más abierta, podría aprovecharme más, pero bueno.

    Me encanta cuando se habla de la evolución de los personajes en la literatura infantil. Es conocer la psicología de los niños y ponerte a ello, me parece tan bonit…

    Y si, Bewi, lo de las editoriales a mi también me pone la piel de gallina, pero peores son los centros, las escuelas, los maestros. Los maestros sin ganas.

    ¡ÁNIMO, QUE TENEMOS QUE SER MAESTROS CON GANAS, HASTA QUE NOS JUBILEMOS (y creo que aun queda mucho más que muchísimo)

    ResponderEliminar
  3. Me quedo sin duda también con la frase de Bécquer....
    Seguro que te pasa como a mí, que terminamos de leer un libro y nos da pena que la historia se acabe, querríamos que continuara...espero que mis alumnos algún día sientan eso con los libros que se leen...
    Y basta ya de que todo lo que leemos tenga que enseñarnos algo que alivio que esto haya cambiado la verdad...aunque aún nos queda mucho por hacer.

    ResponderEliminar