viernes, 24 de enero de 2014

Creación literaria (2ªparte): Verso y drama...Lo absurdo.

No he podido evitar hacer las dos actividades de creación siguientes intentando trabajar el absurdo. Me encantan los juegos de palabras, las situaciones fuera de contexto, los momentos chocantes... y nada mejor que hacer creación de drama y poesía para poder crear mis propios momentos absurdos.

Los gatos somos como los niños, no sólo por lo curiosos que somos, sino porque todo lo estrambótico, lo raro y peculiar, lo diferente... nos atrae más que cualquier otra cosa.

Como a mi me gusta entretener, y que haya gente que aprenda con lo que digo y hago, voy a intentar llegar a ese toque especial que tiene el sin sentido de una forma sencilla y accesible para los niños, especialmente cuando les das ejemplos de ello y pueden ellos mismos crear a partir de una idea. Vamos a ello:


En primer lugar, para trabajar la poesía he elegido lógicamente la poesía absurda, y, basándome en "El aburrimiento" de Rafael Alberti he elaborado yo mi juego de palabras sin sentido. Os sonará mucho a eso que se dice de: "como quieres que te quiera si el que quiero que me quiera no me quiere como quiero que me quiera" y montón de versiones que hay, y por eso es un punto a favor para la actividad relacionándolo con los niños porque captarán la idea rápido. Está pensado para último ciclo de primaria por la necesidad de disponer de un vocabulario amplio.



FRUSTRACIÓN

Lo explico
lo explico
y lo explico,
y vuelvo a explicarlo
una vez más.
Y no me explico
por qué lo explico
si nadie se suele enterar.

No me explico por qué
la explicación que doy
no explica apenas nada,
y recibo inexplicables caras de la gente
sin darme explicaciones
por la cual mi explicación no entienden
y necesitan que sea explicado de nuevo.

¿Soy yo quien no se explica?
¿acaso explicándme soy mala?
Si no, explicadme ustedes la razón
de explicar y no hallar respuesta positiva
a dicha explicación.

Queda explicado entonces,
el motivo de mi frustración.
Pues lo explico,
lo explico
y lo vuelvo a explicar,
y no hay explicación posible
por la cual vuelvo a fallar.



¿Os ha gustado? Vamos con el drama... Como he dicho antes, para trabajar el sin sentido podemos basarnos en juegos de palabras simbólicos o bien basarnos en hechos y momentos curiosos. En el teatro hay muchas formas de poder reflejar esto mismo y crear situaciones cómicas que los niños deseen representar.

Es genial cuando, por estas causas como es la risa, los niños sean capaces de trabajar la entonación, la expresividad... sin darse cuenta de que lo están usando. Eso mismo que tratamos de desarrollar con la lectura en voz alta, resulta de repente "fácil" cuando hay un contexto humorístico. Parece que salen de un bloqueo mental generado por la lectura y por el pudor de leer en alto, y se centran en producir la reacción graciosa en sus compañeros. Esto lo tengo más que comprobado por mi experiencia en el trabajo en ocio y tiempo libre... siempre hablando de que cada uno lo desarrolla en mayor o menor medida... pero ocurre.

La siguiente adaptación dramática está sacada de un cuento por todos conocido, pero incluyendo personajes y situaciones que darán acción, caos y un entramado lioso bastante llamativo para los niños. Esta actividad va para tanto 2º como con 3er ciclo por algo especial: he tenido alumnos de prácticas capaces de hacer una adaptación como esta en 3º de Primaria, y otros que en 6º aún no habían captado como estructurar un texto dramático. Hemos de tener en cuenta de que partimos de un cuento muy muy conocido y realmente los niños en su creación no tendrían que inventar la historia, sólo cambiarla.


LA ABSURDA HISTORA JAMÁS CONTADA DE CAPERUCITA ROJA 

NARRADOR: Estaba Caperucita en su casa con su madre, sus hermanos quintillizos, el gato, la liebre y la tortuga preparándose para la carrera, la vecina cotorra y un tio con bigote rosa, cuando se le acerca su madre.

MADRE:¡Caperucita! ¡Ve a llevar esta cesta de pasteles a tu abuela!

CAPERUCITA: Vale mamá.

MADRE: No te entretegas por el camino ¿eh? y cuidado con la gente mala.

CAPERUCITA: Descuida.

VECINA COTORRA: (con acento andaluz). ¡Ay mija! ¡Si e que e verdá! La cantidá de gente mala que hay por lo camino, hay que tené cuidao hasta con lo leñadore.

CAPERUCITA:¡ Me voy mamá! 

NARRADOR: Caperucita se fue rápido porque si la vecina cotorra cogía carrerilla, se liaba a hablar a hablar y luego al dormir oías el eco de su voz en sueños. Así que se puso en marcha. Cogió su caperuza roja, la cesta con los pasteles, dió un beso a cada hermano y le tiró del rabo al gato para molestarle. Al tio del bigote rosa nole dijo nada... ¡anda que llevar un bigote rosa!.

La abuela de Caperucita Roja vive en el quinto pino. Para llegar tiene que perderse dos veces, cruzar el río, atravesar un monte pequeñito, bailar el hullahop y llegar al bosque. Al otro lado del bosque se encuentra la casa de su abuela.

 Al llegar al bosque Caperucita se encuentra con el lobo y... un momento... ¿El hombre del bigote rosa? ¿Qué haces aquí? ¡Tu no sales en esta escena!. ¡Fuera!... Ejem... Como decía, Caperucita se encontró con el lobo.

LOBO: Hola niña linda, niña bonita, ¡qué caperuza más bonita tienes!

CAPERUCITA: ¡Gracias! La hizo mi abuelita.

LOBO: ¡Vaya! Me encantan las abuelitas (se relame). ¿Vas a visitarla?

CAPERUCITA: Si, voy a llevarla unos pasteles. Vive en la casita del otro lado del bosque ¿Quieres uno?

LOBO: No gracias, voy a comer dentro de poco (decía mientras sonreía maliciosamente).

CAPERUCITA: Bueno, pues no me entretengo que se lo prometí a mi madre. ¡Buenos días lobo!.

LOBO: Nos veremos pronto (dijo sin dejar de sonreir).

NARRADOR: Caperucita siguió su camino, pero el lobo, que conoce mejor los bosques, llegó antes que ella a la casa de la abuelita. En lugar de comérsela (le apetecía de primer plato niñita en escabeche), la encerró en un armario y allí se quedó. Así que se disfrazó de abuela aunque se veía ridículo y se metió en la cama.

Caperucita llegó y fue a ver a su abuelita.

CAPERUCITA: ¡Abuelita! ¡He llegado! ¡Te  he traído pasteles muy ricos!.

LOBO: ¡Pasa a la habitación nieta! Estoy malita.

CAPERUCITA: ¡Abuelita! ¡Qué cara mas horrible tienes! ¿Has oido hablar de la cirugía plástica?

LOBO: Es que te he dicho que estoy muy malita. Ven, acércate un poquito.

CAPERUCITA: Pero abuelita... ¿te has visto los ojos? ¡son enormes! Existe una crema especial que...

LOBO: No te preocupes nieta, que mis ojos grandes son para verte mejor.

CAPERUCITA: ¿Y esa nariz? Espero no heredar tu enorme nariz abuelita, o en mi colegio se meterían conmigo.

LOBO: es para olerte mejor, querida mía.

CAPERUCITA: Pues si hablamos de tus dientes... deberías visitar al dentista....

LOBO: ¡Son para comerte mejor!

NARRADOR: El lobo saltó de la cama para atrapar a Caperucita, pero se enrolló con las sábanas y se cayó de morros. Caperucita aprovechó para escapar, pero al abrir la puerta de la casa se encontró con el Cocodrilo, que la había seguido desde el río para comérsela.

COCODRILO: ¡Vengo a comerte Caperucita! ¡A tí, a los pasteles y a tu abuelita! (y se rió como un loco).

LOBO: Esta niña, sus pasteles y su abuelita son míos... ¡yo llegúe primero!

COCODRILO: ¡Eso que te lo has creido tu! A mi un lobo con camisón no me va a arrebatar mi comida.

NARRADOR: Así que el lobo y el cocodrilo se pusieron a discutir sobre quién tenía derecho a comerse a Caperucita. En esto que apareció un zorro.

ZORRO: Caballeros, caballeros.... ¡No discutan por favor! Yo me comeré a Caperucita y ustedes pueden comerse a la abuela.

COCODRILO Y LOBO: ¿Y con qué derecho vienes a comerte tu a Caperucita?

ZORRO: Bueno, es que yo soy el más wapo de nosotros tres...

LOBO: ¡Salgamos a la calle y arreglemoslo ahí!

NARRADOR: Así que los animales salieron de la casa y siguieron discutiendo, ahora con el zorro de por medio. Fueron apareciendo otros animales y se unían a la discusión: la serpiente, que quería comer porque se sentía sola; un ciervo en rebeldía que se negaba a seguir siendo vegano como su familia; la tortuga y la liebre, que cansados de la carrera ahora querían pasteles...

Mientras tanto, el hombre del bigote rosa llegó, recorrió toda la casa y encontró a la abuelita en el armario. La sacó y la llevó junto con Caperucita. Los 3 querían despedirse de los animales, pero como estaban ocupados discutiendo, cerraron la puerta de la casa, quedándose los animales fuera.

CAPERUCITA: Muchas gracias por salvarnos, extraño hombre de bigote rosa... ¿Hay algo que podamos hacer por usted?

NARRADOR: El hombre del bigote rosa, sin hablar, empezó a asentir nerviosamente y a señalarse el bigote.

CAPERUCITA: ¿Su bigote? Si, es muy especial... pero no se qué quiere decirme....

NARRADOR: El hombre del bigote rosa empezó a llorar, y en esto que se acercó la abuela y se fijó un poco mejor en su bigote rosa.

ABUELITA: ¡Aaaah! ya entiendo. ¡Caperucita! Traeme aceite de oliva, que este hombre no tiene un bigote rosa, sino que... ¡Tiene un chicle pegado al bigote!

NARRADOR: Pudieron quitarle el chicle, y el hombre, que no había podido decir palabra por encontrarse pegado, les dió las gracias a Caperucita y a la abuelita y sus remedios caseros. Les contó que había ido de casa en casa para que alguien le ayudara pero que, como no podía hablar, nadie se daba cuenta de su problema. 

Y así todos contentos se quedaron, a excepción de los animales, que hartos de discutir, se quedaron todos sin cenar y regresaron a sus respectivas casas.

FIN

4 comentarios:

  1. Me ha encantado. Creativa, trabajadora y maestra.

    La edad con la que vas a trabajar la creación literaria en la poesía me parece muy acertada y tu actividad una genialidad.

    La edad del drama, si es verdad que la acercaría a un 4 de primaria y quizá es un poco larga...¡Aunque en verdad si va a participar toda la clase, no hay otra, tiene que ser larga!

    ¡Ánimo, aunque sé que no lo necesitas!

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    1. Si, la idea es que participe por lo menos la mitad de la clase y que haya dos obras parecidas que pueda representar la otra mitad. Y lo de niños que pueden escribir esto... te lo aseguro, lo he visto y pueden.

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  2. Me gustan mucho las dos, pero me quedo con la de drama, me he divertido yo leyéndola, pues imagino que los niños haciéndola y representándola, el doble.
    Qué bien que siempre busques que se diviertan, además de que aprendan.

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