martes, 7 de enero de 2014

Érase una vez... un cuento que se me ocurrió hoy...

Hoy se me antojó escribir un cuento. Realmente se le ocurrió a mi extraordinaria mente gatuna mientras volvía del trabajo (no, no me refiero al acicalamiento diario de mis pelos).

A veces mi mente se despierta y brotan ideas que me encanta dejar plasmadas bien en un cuaderno, en mi aplicación de notas, o, en este caso, en el blog.

Espero que os guste mi creación y os invito a que la comentéis. Estoy incluso pensando en realizar los dibujos... ¿Qué me decís?.



Esta es la historia de un niño llamado Ted, que tenía de todo menos amigos. No es que fuera un niño tímido, ni mucho menos, sino que vivía muy lejos del resto de niños y tenía su propio cole en casa.

Tenía muchos juguetes, una habitación grande, una tienda de campaña para  hacer excursiones, varias bicis, patines, mascotas... ¡hasta tenía una barca para el lago y un trineo para cuando nevaba!. Pero no tenía con quién disfrutarlo.

Cierto día estaba corriendo por el jardín de su casa mientras hacía volar una cometa, cuando escuchó una vocecilla:

- ¡Ayuda, ayuda!

Extrañado, comenzó a buscar guiándose por el oído.

- ¡Estoy aquí! _ Escuchó de nuevo.

Dirigió su mirada al arenero, y vio que del cubo de arena salían unas patitas con medias de muchos colores y unos zapatos terminados en punta, que se agitaban intentando darse impulso.

Ayudó al personajillo a salir, y se dio cuenta de que era un duende como los de los libros, pues tenia el pelo de color azul, la piel de color verde, una enorme sonrisa de dientes blancos y labios sonrosados y un sombrerito de muchos colores que hacían juego con sus medias.

Tras respirar unos segundos, el duendecillo le dio las gracias a Ted por haberle ayudado, y le dijo que le concedería el deseo que el quisiera, siempre y cuando lo deseara con el corazón.

Así que Ted no lo dudo un segundo,: quería el mejor amigo que pudiera tener para poder compartir sus juegos.

El duendecillo le dijo que lo haría sin problemas, pero que como era un deseo muy fuerte, y él sólo era un duende mágico (todo el mundo sabe que la magia poderosa la hacen brujas y magos), Ted tendría que dibujar a su mejor amigo.

Así que Ted se puso manos a la obra: cogió un papel y se puso a dibujar.

El primer dibujo que hizo se parecía mucho a una patata... o a un churro según como se mire. Le había pintado el pelo, los ojos, la sonrisa, las orejas y la nariz, pero la cabeza era casi igual de grande que el cuerpo y los brazos y piernas se le quedaban pequeños... Mejor dicho, parecía un "ocho" con extremidades. No le gustó y lo abandonó.

El segundo dibujo que hizo, trató de estilizarlo más. ¿Cómo iba a jugar al pilla-pilla con un amigo con cuerpo de ocho?. Pero tanto lo alargó que parecía un fideo. También le pinto sus ojos, su sonrisa, su nariz, sus orejas y el pelo un poco mas largo, pero parecía un espantapájaros con ese cuerpo larguirucho u esos brazos y esas piernas tan finas como una ramita. Lo abandonó también.

Así que se dijo que no tenía que hacer un amigo alargado, sería muy fácil verlo jugando al escondite. Así que hizo un amigo más bajito para que fuera difícil encontrarle. Tan bajito lo hizo, que este parecía una bolita. Como lo tenía que hacer proporcional, le hizo las piernas y los brazos muy cortos.

- ¡Jo!, con este amigo tendría que tener cuidado si se cae... ¡rodaría!

Desesperado por tener a su amigo, decidió sentarse frente a un espejo y mirar la forma de su cuerpo. Descubrió que tenía una cara redonda, con ojos redondos,  nariz ovalada y una sonrisa en forma de luna. También vio que su cuerpo era casi rectangular, sus brazos formaban triángulos con su cuerpo cuando se ponía como Peter Pan y sus piernas eran un poco más largas que su cuerpo.

 Cogió un vaso para repasar en el papel la forma de la cabeza, dos monedas para los ojos, una piedra para la nariz  y trazó una gran sonrisa en forma de luna.Para el cuerpo usó una cartera rectangular muy grande donde guardaba algunos tesoros, y por último hizo las piernas y los brazos. Le pintó el pelo, y cuando vio terminado su dibujo le pareció perfecto.

-¡Este va a ser mi mejor amigo!.

Así que el duende le concedió el deseo, y su dibujo se convirtió en un niño de verdad. Pero era tan perfecto que se dio cuenta que Ted era un niño normal, no quiso jugar con él y se marchó. Ted se quedó muy triste, preguntándose que era lo que su "mejor amigo" había visto mal en él.

Pero, ocurrió que la magia del duende hizo también efecto en el resto de los dibujos, y estos se convirtieron en niños que en seguida quisieron jugar con Ted, a pesar de que él no los había querido como amigos. Al principio a Ted no le apetecía mucho pues había perdido a su mejor amigo, pero cuando les fue conociendo les resultó majos y divertidos a pesar de no ser perfectos. Resultó que el que parecía un ocho, no sólo corría bien, sino que por su forma "escurridiza" era muy difícil pillarle.

Por otro lado, el que parecía un fideo era genial ocultándose en los árboles y farolas. ¡No se le veía!.  el que parecía una bolita... ¡Era divertido ver como hacia volteretas y más cuando te ponías delante y te caías al suelo con él!.

Ted les pidió perdón por haberles abandonado y les prometió que nunca más lo haría, pues eran geniales una vez los había conocido... ¿¡Cómo podría haberlos abandonado!?

Todo esto lo vio el "mejor amigo", y, sintiéndose solo, decidió seguir el ejemplo de Ted y le pidió perdón, pues el también se dio cuenta que al rechazar a Ted él no era tan perfecto como pensaba. Así que Ted le perdonó y jugaron los 5, y fueron muy amigos durante muchos muchos años.


FiN

5 comentarios:

  1. Muy bueno, a mi parecer los mejores cuentos y relatos son los que con ellos nos conciencian de algo importante, de un valor que a mi parecer se pierde, un amigo verdadero es el que realmente te valora, ahi tienes mucha razon, la amistad es algo muy importante. Sin amigos muchas veces no sabriamos que hacer, y tu eres el mejor ejemplo a seguir de buena amiga. Me ha gustado mucho el texto.

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    1. Muchas gracias amijo!!!!! un ronroneo gatuno para vos y un leve restriego por las piernas (con espalda arqueada incluida) XD

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  2. Muy bueno, un pelín moralizante el último párrafo, pero muy chulo. Te lo anoto.

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  3. Me ha encantado :) quiero que mi mente también se despierte a menudo y broten ideas como estas!

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