lunes, 12 de mayo de 2014

A Nach

Tu voz fue para mi una ventana abierta de sentimientos y de deseo, de sabiduría y de emoción. Tu voz de poeta sirvió para calmar mis noches de desvelo, mis momentos tensos. Fuiste mi compañía en la soledad de mi camino... eres, aún lo sigues siendo.

Lloré contigo, por tí y sin tí, lloré cuando me sentía perdida y me encontrabas en aquel oscuro agujero en el que me encerraba y con tu voz me cogías de la mano y me animabas a salir hacia delante con más fuerza y valentía de la que tengo.

Comparto momentos con alguien que de algún modo conozco... Eres esa persona que sabe lo que siento y cómo me siento, porque tu mismo sentiste lo mismo en algún momento y lo cantaste al mundo entre tus rimas, rimas que llegaron a mis oídos y fueron esa caricia, ese abrazo que necesitaba, esa voz que me decía "así es la vida".

Tal vez, para algunos seas alguién más que conocer. Para mí, un guía, una persona a quien escuchar hablar mientras te tomas un café... o dos.

Desde mis 15 (tus 25) me has dado inspiración. Cada verso, cada nota, cada palabra dejan constancia de la sensibilidad de las personas. Cada canción, cada poesía... para cada momento.

Pero tu voz, Nach, tus palabras y lo que no dices con ellas, son el mejor regalo a un mundo donde el vacío es tan grande. No puedo sino corresponder de esta forma después de haber escuchado cada disco que has sacado, con ganas de verte de nuevo en directo; una persona, perdida entre tu público.

Tu música, mi pasión. Tu pasión, un mundo.

Gracias por ser.



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